Qué fue del muerto de........

Marra en Olimpo. Posando, de otra manera imposible.

Darío Rubén Marra, mejor conocido como el pingüino, surgió de una de las mejores canteras que tiene nuestro país, la de Argentinos Juniors. Aunque como queda demostrado con éste jugador a veces puede fallar. Vale decir que fue en principio rechazado en las inferiores de Central, equipo que luego lo compraría para sumarlo a la inagotable lista de los inventos del patón junto a por ejemplo David Charles Pérez y Hugo "garrote" González (terminó trabajando de delivery), que seguramente tendrán un post en un futuro.

Volviendo a lo que importa, Marra apareció en el bicho allá por la era menemista en el año '96. Pero fue en el año '98 cuando tuvo una destacada actuación en el equipo de La Paternal ( llegó a marcar la suma increíble y nunca antes lograda de 2 goles (?) ) lo que, lamentablemente, llamó la atención de el nuestro. Central como el club visionario y lleno de seriedad que es logró obtener el pase de éste magnífico marcador de punta anteriormente rechazado por 600 mil dolares. Marra, conociendo sus hablidades limitaciones apenas arrivó a Rosario declaró "No me pidan que me proyecte, lo mío es la marca y el trabajo” . Humildes palabras, pero hay que reconocer que lo suyo tampoco era la marca. Igual así de malo como era logró lo que pocos, jugar la Copa Libertadores y la ya inexistente Copa Mercosur. En su participación en la primera, logró llegar hasta semifinales con el canalla, etapa en la cual nuestro querido equipo sería eliminado por el Cruz Azul. En la Copa, Marra, se destacó como no podía ser de otra manera por mandarse cagadas. Fue el autor del infantil penal que culminaría en el segundo gol del Blue Cross (?) y según declaraciones de algunos de sus ex compañeros, en un acto de pura camaradería, el árbitro del encuentro frente Cerro Porteño habria aconsejado al Patón (entrenador canalla por aquel entonces) que cambie a Marra por que estaba cagando a patadas a los rivales y lo iba a tener que echar. Seguro el arbitro era leproso y nos quiso perjudicar al no querer expulsarlo. Un par de años después en un acto de cordura la gente de Central decidió dejar ir al pobre de Darío.

Pero como Argentina es tan generosa un nuevo club apareció interesado en sus servicios. Se trata de Chacarita que decidió incorporarlo (en un pack que incluía a Charles Pérez), only god knows why, en el 2002. Como era de esperarse no tuvó una actuación destacada. Dado su curriculum cualquier persona minimamente normal pensaría que allí terminaría su carrera, al menos en la máxima categoría, pero no fue así, recordemos que hablamos del futbol argentino. Olimpo de Bahía Blanca lo incorporó, a lo que supongo debió ser un plantel muy horrible, luego de que se cayera su transferencia a ¡¡¡¡¡¡¡River!!!!!! si si, leyó bien a River que por esa época tenía un presente muy distinto al actual. En el equipo del sur bonarense tampoco triunfó y quedó relegado al banco, entonces lo mandaron a la mierda fue transferido a Huracán que se encontraba penando en la B Nacional como de costumbre. Allí no ocurrió nada raro y Marra se la pasó haciendo lo que mas sabía hacer: Calentar el banco de suplentes. Y como ya no tenía donde caerse muerto se retiró para el bien de nuestro fútbol y ahora se dedica a ser representante de, entre otros, Bauza.

Para concluir podemos decir que si bien Marra se destacó por no pasar nunca al ataque, por marcar mal, por hacer muy pocos goles ( solo 3 en casi 300 partidos), por fracasar en casi todos los clubes por donde pasó y por... asi podría seguir todo el día, al menos sirvió para darle esperanza a aquellos jóvenes que pensaban que por ser muy barriletes nunca llegarían a primera. Es más si sigo escribiendo sobre éste jugador calzo los botines y me voy a probar a Central, seguro a más de uno le dieron ganas (?).

En fín, otro claro ejemplo de que a Primera no siempre llegan los mejores, por lo menos con el Patón de D.T.